viernes, 4 de septiembre de 2009

Iniciandome en el mundo de las armas

viernes 4 de septiembre de 2009


Iniciandome en el mundo de las armas



Mi afición por las armas nació desde muy pequeño, siendo mi padre miembro de la Fuerza Aérea del Perú no es muy difícil comprender el porque de este raro gusto para un niño de 9 años, mientras el resto de mi generación jugaba con trompos cometas y demás juegos acordes a la edad yo me recluía en mi pequeña guarida ubicada en la azotea de mi casa, era mi primera casa club en su interior todo tipo de objetos punzo cortantes a manera de colección y el prototipo de mi primera arma real ( claro para mi edad ) era una pistola de juguete esas que disparan dardos de chupón, logre adaptarla para que dispare pequeñas flechas de madera muy bien afiladas y de gran punta la cual portaba muy orgulloso en una sobaquera hecha de las correas de un paracaídas viejo el cual usaba de techo para mi casa club.

Con cada película de super héroes que veía en la tv mis armas fueron evolucionando y haciéndose cada vez mas sofisticadas, ya para esos días las rencillas entre barrios crecían y las peleas entre bandos era inevitable.nuestras batallas se daban en un pequeño descampado que se encontraba entre dichos barrios, en esos tiempos mientras todos atacaban con las tradicionales mata cholas yo usaba una lanzachapas en forma de ballesta de esta manera obtuvimos el respeto de los demas barrios ya que mis amigos copiaron la idea y comenzo la fabricación de la tan popular arma de barrio LA LANZACHAPAS al pasear por la cuadra se podían observar un sin numero de modelos desde los mas descabellados a los mas coloridos diseños, pero era predecible que los de la 37 copiarían la idea, fue cuando en la tv pasan LOS CASAFANTASMAS es de esta manera que modifico mi lanzachapas a una rudimentaria mochila de madera en cual contenía dos pequeños lanzachapas cada uno con doble mecanismo de disparo, siendo mas efectivo ya que mientras los demás realizaban un disparo yo estaba en capacidad de realizar cuatro, claro que también me demoraba en cargar pero ya pedía el apoyo de cualquiera de mis compañeros.

Fueron grandes épocas pero no crean que todo fue color de rosa, ya que por mi tan extraño hobby me gane la antipatía de las tradicionales y pintorescas vecinas de barrio (madres de mis pequeños amigos), "no te juntes con ese pandillero" les decían, "si te veo con el no vuelves a salir" de esta manera los tenían amenazados es así que la era de los lanzachapas y los casafantasmas llega a su fin.